jueves, 29 de agosto de 2013

¡LA REALIDAD ES UN ESPEJO!



Aprende a ser coherente con tu pensar, sentir y hacer.
Tienes el poder de cambiar tu vida como desees cambiarla, pero, para que esto pueda suceder, tienes que alcanzar un estado mental de No Juicio.

"Si haces juicio, entonces harás que la Paz sea imposible para ti porque detendrás tu mente enfocada en conflictos y por ley de correspondencia, conflictiva serán también tus experiencias que el exterior te brindará".

No caigas en la tentación de creer como los demás deben comportarse, como deben vivir y que es mejor para ellos, tu no puedes cambiar a nadie, tu solo puedes cambiarte a ti mismo/a.

Esto hay que hacerlo sin la intervención del ego.

Toma Conciencia de donde estás ahora y "Elije" como Tu quieres vivir, sin juicio y sin miedo.

El miedo siempre es un signo de tensión que surge cuando hay conflicto entre lo que deseas y lo que haces, por lo tanto tu mente es la que produce el miedo, es tu propia invención y tu crees en las imágenes que genera tu propio miedo, atrayendo a tu vida circunstancias que no deseas.

Lo único que tienes que hacer con tu miedo es observarlo para ver que capricho del ego y principio de escasez hay detrás del miedo.

Observarás todos los impedimentos que tu solo/a te pones, deja de enfocarte en los demás y enfócate en ti mismo/a.

¿Que tengo que cambiar en mi?

Si no lo sabes, pregúntate:

¿Que me reflejan los demás?
¿Que escasez tengo en mi interior que hace que mis experiencias sean de escasez?.
Escasez de atención, escasez de amor, escasez de amistades, escasez de armonía, escasez de paz, escasez de cosas materiales, de dinero, de libertad.

¿Que creencias, bloqueos y miedos tengo en mi interior con los que genero éstas experiencias?.

"Toma conciencia de que en ti está el programa que hace que los demás se comporten contigo de una determinada manera", y hasta que no cambies ese programa, seguirás perpetuando y repitiendo las mismas experiencias.

"Conócete a ti mismo/a y encontrarás las respuestas que buscas".

Tus relaciones te muestran, en una observación consciente tu propio reflejo, ya que no estamos separados de nada, ni de nadie.

"Observa a tu alrededor y alégrate de tener tantos espejos para que puedas verte reflejados en ellos y así saber que tienes que cambiar para encontrar tu Paz interior".

"Suelta la espada del juicio que tienes en tus manos, porque esa espada la verás en aquel que sostiene el espejo".

Toma conciencia, toma acción con Amor y sorpréndete de los cambios... CSE


Tomado de: https://www.facebook.com/ELCODIGODESANACIONEMOCIONALCSE 

jueves, 8 de agosto de 2013

Me río porque te ríes, bostezo porque bostezas y otros fenómenos de las neuronas espejo


Me declaro enemigo público número uno de las risas enlatadas de las comedias de televisión. Para que comprobéis mi grado de manía, reconozco que nunca disfruté como es debido de El príncipe de Bel-Air (Fresh Prince) porque en una secuencia de risas enlatadas que se repetía sin cesar, una de las personas que se reía hacía un ruido final insoportable (una especie de quejido ocluido). 


Cada vez que llegaba esa secuencia de risas, me fijaba en el sonido insoportable, mi mandíbula se tensaba, mis nudillos se ponían blancos… y mi atención sobre Will Smith o Caracartón se desvanecía. Sí, soy lo peor, lo sé.


La cuestión es que las risas enlatadas funcionan, y por eso se han usado durante tanto tiempo (aunque van de capa caída, afortunadamente: ahí tenemos un éxito como Modern Family).



Se dice que el primer programa que empleó risas grabadas fue The Hank McCune Show en 1950, aunque esta práctica ya era común en programas de radio o radioteatro, antes de la aparición de la televisión, usándose entonces público en directo. Incluso el ingeniero de sonido Charlie Douglas llegó a desarrollar la Laff Box, una máquina que reproducía risas, quejidos, suspiros, aplausos.

Neuronas espejo


La razón de que las risas ajenas nos induzcan la risa es que la risa, así como muchas otras actividades, es una actividad esencialmente social. Es decir, que reímos para transmitir a los demás que estamos contentos. Reímos con más frecuencia con otras personas, no solos. Si los demás ríen (u oímos risas ajenas, aunque sean grabadas), interpretamos que los demás están contentos, y por imitación también sonreímos o reímos, tal y como sucede con el contagio del bostezo.


En 1992, el científico italiano Giacomo Rizzolatti y su grupo de investigadores de Parma, Italia, estudiaban el cerebro de unos macacos con la esperanza de descubrir cómo el cerebro organiza los comportamientos motores. Concretamente se centraban en la región del cerebro denominada F5 o zona de premotricidad, la cual registra actividad cuando los monos realizan ciertos gestos, como por ejemplo recoger una nuez. 


Rizzolatti descubrió que esa región cerebral se activaba no sólo cuando los monos estiraban la mano para tomar la nuez, sino también cuando veían a otros monos hacer lo mismo. Este fenómeno lo llamaría Rizzolatti “neuronas espejo”, y también se produce en los seres humanos. Unas neuronas que se activan cuando se realiza una actividad y también cuando se observa la misma actividad. 


Las neuronas espejo, también, están detrás de nuestra empatía, nuestra capacidad de ponernos en la piel de los demás, del hecho que lloremos cuando alguien está triste, o que compongamos un gesto de dolor cuando el otro se da un martillazo en la mano.

Jajaja y otras cosas que imitamos


La capacidad de imitar se origina incluso entre los bebés: si le sacamos la lengua a un bebé, éste seguramente repetirá la acción. Cuando otras personas susurran, tenderemos a bajar la voz. Cuando estamos cerca de personas ancianas, tendemos a cambiar más lentamente. 


Si una persona habla de determinada manera (un acento, más culto de lo normal, con determinado deje), tendemos a imitarlo.


Tras salir de ver una película, imitamos durante un tiempo algunos de los rasgos del protagonista. El bostezo se contagia de un modo similar. Incluso si leemos la palabra bostezo, puede que bostecemos. Porque las neuronas espejo también se activan cuando leemos sobre lo que hace otras persona, tal y como explica Martin Lindstrom en Buyology:

Hace poco, un grupo de investigadores de UCLA utilizó la resonancia magnética funcional para observar el cerebro de los sujetos de un estudio mientras leían frases que describían una serie de acciones como “morder un melocotón” y “sujetar un bolígrafo”. Posteriormente, cuando los mismos sujetos miraban vídeos de personas haciendo esas dos sencillas acciones, se activaban en ellos exactamente las mismas regiones de la corteza cerebral.” Con sólo escribir las frases “rascar un tablero con las uñas”, “chupar un limón” o “gran viuda negra peluda”, lo más probable es que usted haga un gesto de desagrado o pavor (la mente visualiza el sonido desgarrador, el sabor ácido y las patas peludas subiendo por la pantorrilla).

Eso también podría explicar el éxito que tienen algunos creadores de vídeos por Internet, sobre todo los que se ruedan en primera persona, desde vídeos pornográficos hasta vídeos en los que alguien enseña cómo abre el envoltorio de el último modelo de smartphone que ha salido al mercado, contagiando su emoción al espectador al igual que una risa enlatada incita a la risa o nos indica en qué momento hay que reírse. Podéis leer más sobre ello en Los bloggers de viaje del futuro te harán vivir lo que ellos viven.

Tomado de: http://www.xatakaciencia.com/psicologia/me-rio-porque-te-ries-bostezo-porque-bostezas-y-otros-fenomenos-de-las-neuronas-espejo

 

 

El Amor a Primera Vista Existe

Un estudio en el Reino Unido muestra que uno se enamora a primera vista de quien demuestra que podría corresponderle. un psicólogo avala la teoría, pero dice que no es el único factor.

 

Un matrimonio entre el amor a primera vista y el narcisismo podría explicar una investigación de la Universidad de Aberdeen, en el reino unido, publicada por el diario The Guardian.

 

El estudio asegura que el amor a primera vista si existe, pero que no es sino una evidente reacción del narcisismo puro.

 

Ben Jones del laboratorio de Investigación facial de esa universidad, sostiene que la mayoría de personas se siente atraída por quienes le demuestran muy claro al otro que es atractivo.

O sea, el fenómeno ocurre si el objeto de amor le transmite que es linda, atractiva, simpática... En otras palabras, uno se enamora de quien podría enamorarse de uno.

 

Por su parte, el psicólogo Carlos Arturo Mercado Álvarez, avala la teoría en cuanto a que uno si se puede enamorar a primera vista, pero también es cierto que uno tiene modelos desarrollados desde la infancia de que es lo atractivo y que no lo es, de lo que le gusta y lo que no le gusta física y caracterológicamente.

 

La primera impresión admite si se puede ser física, pero esa no es la única razón. casi podría decir que uno busca a aquellas personas que se atienen a esas características de modelos tempranos.

De hecho, el profesional da sus variables. Como cuando se establecen relaciones y momentos después ya el otro no resulta tan atractivo por mas que le haya gustado su físico, o se haya reído o comportado de cierta forma.

 

El amor a primera vista si existe, pero también existe el amor a segunda vista, es decir, después de que se han conocido y por años han sido amigos y terminan enamorándose, por que han compartido intereses o momentos.

No obstante , admite: Si es una reacción narcisista, porque si el otro se fija en la persona también, ya significa que es atractivo (a) para ella o el. Me esta mirando, me esta dedicando atención, pero eso es en un primer tiempo, y si se da, será mas un amor de impresión que una relación construida a partir de conocimiento mutuo.

 

Mirada de Amor

El equipo de la Universidad de aberdeen le mostró a un grupo de voluntarios dos retrato diferentes de la misma persona. en uno la persona estaba mirando a los ojos de los espectadores, pero en el otro, la vista se desviaba o se dirigía hacia otro lado.

La Mayoría de los voluntarios considero que eran mucho mas atractivos los que miraban directo a los ojos, es decir, que tenían una actitud de estar interesados en su interlocutor. Nos interesan quienes expresan atracción hacia nosotros, y eso muestra que el atractivo no se basa solo en la belleza física. Sonreír a los demás y mantener el contacto  nos hace mas seductores para los demás, algo de lo que casi todos somos conscientes.

 

Esta teoría contradice aquellas sobre el atractivo facial, que se centra en asociar el amor a primera vista con admirar la perfección o simetría de los rasgos físicos del otro.

 

Todo por amor

Un amigo que me llevo a Internet, me inscribió en la sección de clasificados: amigos  que buscan amigos en todo el mundo. Y me encontré con este personaje. Yo puse mi clasificado, el me contacto, empezamos a ver que había mucha afinidad en los temas, no hacia las típicas preguntas. Por el momento, no me interesaba saber que carne y que hueso estaba al lado del correo, sino lo que tenia en su cabeza porque era un hombre de mundo, sabia ingles, francés, había vivido en Estados Unidos y tenia un mundo de cosas que contar.

 

Nunca llegue a pensar que estaba enamorada. a los dos meses de ver esa afinidad, nació una amistad. En uno de esos coreos se excuso diciéndome que no me volvería a escribir por que saldría de vacaciones y yo le hice la contrapropuesta de que me invitara a compartirlas.

 

Ya habíamos cruzado dirección de casa y yo empecé a hacer las vueltas para viajar. El estaba esperándome en el aeropuerto. Le había dicho con que ropa iba a ir para que así pudiera reconocerme. Físicamente n0o era muy atractivo pero nos gustamos. Al día siguiente viajamos a Argentina. Las cosas se dieron como a los días. Fue inmediato.

 

Con el tiempo, nos confesamos que hubo química al instante, es un hombre muy inteligente, eso me cautivo. resultamos ser las mismas personas que nos conocimos por Internet.

 

Pasamos muy bien las vacaciones y con el tiempo, el vino a vivir a mi ciudad. Dejo su trabajo en otro país, pero las cosas no resultaron bien. a los 20 días se devolvió y decidimos terminar definitivamente con nuestra relación. nunca volvimos a hablar, pero en restrocpectiva, puede asegurar que lo que me sucedió con el, fue amor a primera vista.

 

El verdadero amor

Lo vi. y fue mutuo. Yo estaba trabajando en un café y el entro. y yo no soy de las que me lanzo y digo papacito, no para nada. Pero apenas nos vimos ese día y solo hasta seis meses después nos volvimos a ver.

 

Volvió al café y otra vez me gusto. Yo no soy coqueta pero cuando a una le gusta alguien...entonces yo le hacia ojitos. Sus amigos se fueron y mis amigas me ayudaron para que se sentara en nuestra mesa. empezamos a hablar y hablar, pero el vivía en otra ciudad en ese momento.

 

Fue para una navidad. Nos vimos ese día y al día siguiente y finalmente nos besamos.

 

Y allí comenzamos nuestra relación, que aun dura, luego de cuatro años.

 

Creo que fue amor a primera vista porque luego de cuatro años eso se comprueba...fue mutuo, porque muchas veces a uno le puede gustar alguien y nada mas, pero cuando yo lo vi, hubo una conexión.

 

Locura famosa a primera vista

Patrick Moberg, de 21 años y original del estado de Tennesseee, vio a una morena en la línea cinco del metro de Nueva York de la que se enamoro a primera vista y a la que, según señalo, vio como la mujer de sus sueños.

 

Para encontrarla, Moberg, que se dedica al diseño, creo una pagina Web en la que indicaba he visto a la chica de mis sueños en el metro y pedía ayuda para encontrarla, dando de todo tipo de detalles sobre la hora en que sus miradas se cruzaron y como iba vestida la joven en cuestión.

 

Cuarenta y ocho horas después y gracias a un amigo de la joven que le envía una foto, Moberg encontró a su chica, que ha resultado ser una becaria australiana, llamada Claire hayton, que hace practicas en una empresa editorial. en serio, la he encontrado, informo Patrick en su pagina Web.

 

Por el momento, a lo único a lo que la chica se compromete es a una amistad, aunque esta prudente declaración no debió sorprender al interesado que ya señalo en su Web que como  en muchas  malas películas y canciones, ahora cada uno tendrá que inventarse su propio final.

 

Simplemente levante la vista y ahí estaba lo que siempre había esperado. Y las dos veces sucedió igual, fue apenas visualizarlo en mi campo óptico para saber que aunque no supiera nada de el, ya lo sabia todo, que siempre había sido parte de mi y que siempre lo seguiría siendo aunque jamás supiera siquiera su nombre.

 

El amor a primera vista si existe, pero creer que ya se encontró la persona exacta y perfecta no existe en el comportamiento humano.

 Tomado de: www.companiamedica.com




Las 8 verdades esenciales que todos aprendemos demasiado tarde

El artículo de portada es PSICOLOGÍA PROSPECTIVA. Lecciones de vida. .
  
Basado en el libro de la enfermera australiana Bronnie Ware Los cinco grandes arrepentimientos de los moribundos (The Top Five Regrets of the Dying, en el original) y en opiniones de diversos expertos en neurociencia y psicología. Las ocho verdades son las siguientes:

1. Necesitamos un día de completa soledad y libre de estímulos para conseguir el funcionamiento óptimo del cerebro. Según Bronnie Ware, los moribundos se arrepienten más de lo que no han hecho (sus aficiones) que de lo que han hecho. Vivimos en un mundo de presión social (El poder de los introvertidos, de Susan Cain).

2. Cultiva la amistad y presérvala. La amistad está ligada a la salud física (Bert Uchino, Universidad de Utah). La falta de relaciones genera tanta mortalidad como fumar, la obesidad o no hacer ejercicio (Julianne Holt-Lunstad, Universidad Brigham Young). Sin amistades, somos más proclives a enfermendades infecciosas (Sheldon Cohen, Universidad Carnegie Mellon). Pero vivimos en una sociedad individualista, con sujetos arrogantes (Jean Twenge, Generation Me).

3. La intuición no es suficiente. El impulso altruista debe estar acompañado de un análisis adecuado de la realidad. “El camino del infierno está empedrado de buenas intenciones”. Vivimos en una sociedad de blanditos, hijos pequeños tiranos, creados por padres sobreprotectores (Estroff Marano, A Nation of Wimps: The High Cost of Invasive Parenting; Una nación de flojos. El alto coste de la paternidad invasiva).

4. Aprende a perder el tiempo. “Ojalá no hubiera trabajado tanto”, le decían muchos de sus pacientes a la enfermera Bronnie Ware. Sabemos que para ser un experto, hay que invertir 10 años de trabajo a razón de 40 horas semanales durante 50 semanas al año (Herbert Simon, psicólogo y Premio Nobel). La clave, para Richard Koestner (Universidad McGill) es no tener expectativas materiales excesivas, no envidiar a otros y no marcarse metas irrealizables. Después de un paseo relajado aumenta la memoria y la capacidad de ejecución (Stephen Kaplan, Universidad de Michigan). La depresión no proviene de una inactividad momentánea, sino del perfeccionismo (Carl Honoré, Elogio de la lentitud).

5. Busca la afinidad en las relaciones. Es mejor llevarse bien y tener cosas en común (Hal Urban, Las grandes lecciones de la vida). Conocerse en un momento arriesgado aumenta la probabilidad de emparentarse (Donald Dutton y Andarthur Aron, Universidad de British Columbia). Estamos más dispuestos a ayudar a l@s guap@s, porque les consideramos más simpátic@s y divertid@s (Michael Efran, Universidad de Toronto). Es preciso distinguir entre el amor pasional y el cariño tranquilo que viene después (Francesco Alberoni, Enamoramiento y amor).

6. Aprende a dosificar. Todo puede ser medicina o veneno, según las dosis. ¿Impulsividad, reflexividad? Nada en exceso. Es la importancia del autodominio. Todos los problemas de salud mental tienen que ver con la rigidez (Ronald Laing, psiquiatra).

7. Mantén hábitos sanos y una vida ordenada. Está muy estudiada la relación entre desorden y problemas psíquicos. Necesitamos al menos 2 meses de repetición para fijar hábitos sencillos y años para eliminarlos. Comer bien, evitar adicciones, estudiar o el ejercicio físico lleva tiempo de implantación.

8. Acepta a los demás tal como son. La rigidez genera muchos problemas de relaciones. En el mindfulness (atención plena) se insiste en aceptar y no juzgar para una buena vida.

 Revista Muy interesante
 Enero de 2013
 Por: Luis Muiño

Tomado de: http://jccubeirojc.blogspot.ch/2012/12/las-ocho-verdades-esenciales-que-todos.html

martes, 6 de agosto de 2013

Por qué no eres tan guapo como crees

Quilo de Ciencia - nos vemos guapos 
Desde que se inventó la fotografía, allá por la década de los años 30 del siglo XIX, descubrimos también un hecho hasta entonces desconocido: que nadie, o casi nadie, está satisfecho con su imagen en las fotografías. Siempre salimos más feos o feas de lo que somos, aunque otras personas, sobre todo si no son amigas nuestras, sí salen tal como son. ¿Por qué? 

Investigaciones recientes en psicología social han demostrado más allá de toda duda que la gente utiliza muchas e ingeniosas formas de mejorar, respecto a la realidad, la imagen mental que posee de sí misma. En suma, la mejora de nuestra propia imagen es el producto de un filtrado sesgado y más o menos elaborado de la información sobre nosotros mismos. Un filtrado sesgado similar lo hacemos también con los demás, pero en sentido contrario, es decir, incrementando sus rasgos negativos por encima de los positivos, por lo que casi todos resultan, en comparación, siempre peor parados que nosotros. Somos los mejores. ¿O no? Probablemente, creerás que estos sesgos los realizan solo otros; tú eres perfectamente objetivo con todos, incluido contigo mismo. ¿No estarás, de nuevo, mejorando tu imagen?

De todas formas, el procesamiento sesgado de la información sobre nosotros mismos y sobre los demás no puede explicar por qué salimos feos en las fotos. Vamos a ver: si hay algo que vemos repetidas veces a lo largo del día es nuestra imagen en un espejo. Sabemos perfectamente como somos, y cuando nos vemos en una foto, podemos compararla a nuestra imagen mental actualizada hace solo unas horas, como máximo. Además, no nos creemos los más guapos, o guapas. Sabemos que ahí fuera hay personas mucho más guapas que nosotros. No hay más que ver un rato la tele.

Sin embargo, investigaciones en psicología social han demostrado igualmente que la gente utiliza, además de procesos conscientes, también procesos inconscientes para mejorar su autoestima. Así lo revelan estudios que demuestran, por ejemplo, que nos gustan más las letras que se encuentran en nuestros nombres que las que no forman parte de ellos. No existe un canon de belleza establecido para las letras, así que ¿por qué nos han de gustar más las de nuestros nombres? La razón, al parecer, es que efectuamos asociaciones positivas con lo que consideramos nuestro, y tendemos así a mejorarlo. ¿Podríamos pues inconscientemente mejorar también nuestra imagen mental a partir de nuestra imagen real en un espejo?

Para averiguarlo, los doctores Nicholas Epley, de la Universidad de Chicago, y Erin Whitchurch de la universidad de Virginia, han llevado acabo un ingenioso estudio posibilitado por la moderna tecnología de la imagen. En este estudio, los científicos tomaron fotografías de los participantes, quienes, tras ser fotografiados, se sometieron a unas pruebas para medir su autoestima, tanto implícita (es decir, lo que realmente creen de sí mismos), como explícita (es decir, lo que dicen que creen de sí mismos a los demás).

A continuación, las fotografías de los rostros de los participantes fueron manipuladas por ordenador para “fusionarlas” con otras. La fusión o mezclado de cada rostro se llevó a cabo bien con un rostro estándar más atractivo, más guapo, bien con otro rostro estándar más feo. Esta fusión se realizó en diversos grados (de 10% a 50%), lo que consiguió diez rostros de cada participante: cinco progresivamente más atractivos y cinco progresivamente menos atractivos que el original, pero siempre reconocibles como el rostro de cada participante.

Tras realizar este trabajo de fusión fotográfica y analizar los resultados de las pruebas de autoestima, los participantes fueron convocados de nuevo de dos semanas a un mes después de que se les tomara la foto. En ese momento, se les presentó la serie de fotos con su rostro original y los otros diez rostros resultantes del trabajo de fusión fotográfica anterior, y se les pidió que identificaran su rostro real. ¿Elegirían los participantes correctamente, o elegirían otro rostro menos o más atractivo que el suyo?

Y bien, probablemente no te sorprenderás al conocer que, como era de esperar, los participantes eligieron un rostro más atractivo que el original como el que consideraban suyo. Pero lo más interesante fue que cuanto mejor pensaban de sí mismos de acuerdo al resultado de las pruebas de autoestima implícita, es decir, de acuerdo a pruebas que miden realmente la autoestima que cada uno posee sin falsa modestia, más atractivo era el rostro que consideraban como suyo. Hubo gente que llego a elegir el rostro más guapo (los que se creen Angelina Jolie o Brad Pit, los cuales, hay que aclararlo, no participaron en el estudio); hubo también quien eligió el rostro más feo (pobres diablos deprimidos que se creen Quasimodo), pero, en general, la mayoría de los participantes eligieron como suyos los rostros mejorados un 20%: la inmodestia tiene un límite para la mayoría, bueno es saberlo.

Pero, ¿sucede este fenómeno con todos los rostros, o solo con los nuestros? Para comprobarlo, se pidió a los participantes que eligieran de entre una serie similar de fotos manipuladas cuál era el rostro real de algunos sus amigos o el de los científicos que dirigían el experimento, con quienes no tenían relación afectiva alguna. Los resultados indicaron que si se trata de un amigo, se elige también un rostro mejorado, pero si es el de una persona extraña o poco conocida, se elige el rostro real con bastante exactitud. Esto significa que podemos saber cuál es el rostro real de las personas en sus fotos, pero cuando apreciamos a alguien, particularmente si ese alguien somos nosotros mismos, inconscientemente mejoramos la imagen física que de él o ella nos formamos en nuestra mente.

En conclusión, cuanto mayor autoestima tenemos de nosotros mismos, y más estimamos a nuestros amigos o amigas, más feos salimos en las fotos. Decir que alguien sale feo en una foto se revela ahora como signo de aprecio. Algo sobre lo que conviene reflexionar antes de enfadarnos cuando nos llamen feos, siempre que sea en una foto.

Tomado de:  http://cienciaes.com/quilociencia/2010/09/27/por-que-no-eres-tan-guapo-como-crees/

Cómo eres, cómo te ven

La percepción de nosotros mismos no siempre coincide con la que tienen los demás. ¿Es eso bueno o malo? ¿Hay que decirles siempre a los demás lo que pensamos de ellos? ¿Y si son los demás los que nos ven de forma diferente a como nos vemos nosotros? Te adelantamos que todo ello tiene mucho que ver con la autoestima.

Chica se mira en un trozo de espejoLa opinión y valoración que tenemos de nosotros mismos es lo que llamamos autoestima, pero no siempre coincide con lo que transmitimos a los demás, para bien o para mal. A veces la gente que más segura se muestra es la que más complejos tiene; y hay quien tiene una imagen corporal pobre de sí mismo mientras para los demás resulta atractivo. Los ejemplos son innumerables, así que vamos a intentar aclararte por qué se producen estos desfases y qué podemos que hacer cuando la percepción que tenemos de nosotros mismos no coincide con la De los demás.

Si tus amig@s te han dicho cosas sobre ti que no solo te han sorprendido sino que te han resultado inaceptables y con las que en absoluto te identificas, párate a pensarlo bien antes de romper esa amistad. O tus amigos no son tales, o tú tienes una idea algo equivocada de cómo eres o cómo te comportas en realidad.

Cómo se construye la autoestima

La autoestima se construye, se forma y se desarrolla progresivamente a partir de las experiencias que tenemos en el ambiente en el que vivimos. La autoestima es algo que se  aprende, y por tanto, se puede mejorar.

Los conceptos y valoraciones que vamos formándonos sobre nosotros mismos los aprendemos desde niños y vamos construyendo nuestra autoestima y el concepto que tenemos de nosotros mismos también en función de cómo creemos que nos ven los demás.

Los comentarios, elogios o críticas de los demás son como un espejo para nosotros. Aprendemos a valorarnos en la medida en que nos sentimos valorados por los demás. Si nuestros padres, maestros u otros adultos nos han transmitido aceptación y opiniones positivas respecto a nosotros, nuestra autoestima se habrá construido sobre una base más sólida.

Pero en psicología también se maneja el término de autoconcepto, que es  la percepción que tenemos de nosotros mismos, es decir, cómo nos describiríamos a una tercera persona. La autoestima añade al autoconcepto cómo nos valoramos y queremos a nosotros mismos, cómo nos sentimos en nuestra piel. La autoestima está formada por la relación entre la percepción o autoconcepto y nuestro “yo ideal”. La diferencia o distancia entre ambos definirá nuestra autoestima.

Cómo nos influyen los demás

En una entrevista del científico español  Eduard Punset al profesor de Biología Evolutiva de la Universidad de Oxford, Robin Dunbar, se afirma que el cerebro ha evolucionado para tener la capacidad de relacionarnos con los demás. Según Dunbar somos capaces de gestionar grupos sociales de 150 personas aproximadamente.

Pero es importante que asumas que no podemos agradar o resultarles  atractiv@s a todas las personas que forman nuestro grupo social. Por esta misma razón es muy difícil que todas estas personas nos perciban como poco atractivos, así que no te castigues obsesionándote con lo que los demás piensan de ti.

Como se recoge en esta entrevista, la percepción que tienen los demás de nosotros muchas veces está condicionada por nuestra propia percepción. “Si nos etiquetamos como poco atractivos o poco aceptados por los demás, podemos llegar a tener actitudes en concordancia con la creencia que tenemos de nosotros mismos”, afirma Dunbar. También hay que tener en cuenta que la autopercepción es algo variable que puede verse afectada por el estado de ánimo. Si tienes un mal día es muy posible que te veas mucho más fe@ o torpe de lo normal, pero le ocurre a todo el mundo, hasta a las súper modelos y actores de Hollywood.

Mantener un autoconcepto y una autopercepción positiva y rodearte de personas que te hagan sentir bien será importante para mantener en forma tu autoestima y relacionarte de forma adecuada con los demás. Pero una cosa son las opiniones positivas y otra los halagos o la gente que te dice siempre lo que tú quieres oír.  También es importante que sepas encajar las críticas de las personas que te aprecian, ya que pueden ayudarte a ajustar la percepción que tienes de ti mismo. Esa posible distancia entre tu ‘yo ideal’ y el concepto que tienes de ti es la causante de que, de entrada, nos tomemos tan mal las críticas de los demás.

El ‘área ciega’

A la mayoría de nosotros nos preocupa cómo somos percibidos por los demás. Una investigación de la Universidad de Chicago demuestra que para comprender mejor cómo somos vistos por los otros es necesario cambiar el autoconcepto, es decir, la imagen que tenemos de nosotros mismos. La razón es que solemos  creer que sabemos lo que piensan los demás de nosotros, pero la mayoría de las veces nos equivocamos.

En este estudio se consiguió demostrar que cambiar la perspectiva que tenemos sobre nosotros mismos nos ayuda a predecir mejor lo que los demás piensan de nosotros. Para ello hay que tener en cuenta que, mientras los demás nos consideran de un modo general, nuestro autoconcepto está basado en los detalles. Los investigadores lo explican con un ejemplo sencillo: “si nos vemos a nosotros mismos a través de un microscopio y los demás lo hacen a través de unas gafas, nos preocuparemos de cosas pequeñas que no nos deberían afectar, o nos sentiremos orgullosos de detalles pequeños en los que nadie se está fijando”.

Tener una percepción ajustada de cómo nos perciben los demás es importante no solo en el terreno personal sino a la hora de relacionarnos en el instituto, la universidad o en el trabajo, con nuestros profesores, jefes, compañeros o empleados.

La clave para no distanciarnos demasiado de lo que los demás perciben de nosotros es estar dispuestos a escucharlos y a cambiar el punto de vista que tenemos de nosotros mismos. Como señalan los investigadores de Chicago, “el problema que la gente tiene a la hora de tener intuiciones respecto a las impresiones que provocan es que saben mucho sobre ellos mismos y muy poco sobre los demás”.

Lo que los demás perciben de uno, pero uno es incapaz de percibir de sí mismo, y que suelen ser las cosas que más nos cuesta aceptar, fue denominado por Joseph Luft y Harry Ingham “área ciega”. Esta zona constituye un área de oportunidad, ya que permite conocer cómo uno es percibido y, en consecuencia, cómo los demás se pueden posicionar ante nosotros. La relación interpersonal y aceptar las críticas de los demás puede hacernos conquistar este área aunque nos resistamos a admitir humildemente que somos así o que tenemos tal o cual carencia o limitación. Algo difícil de conseguir, pero que mejorará mucho nuestras relaciones con el entorno.

Es normal que haya cierta distorsión entre nuestro autoconcepto y la realidad. Algunas personas se ven como más o menos capaces, más o menos inteligentes, más o menos guapas o delgadas de lo que son. Pero cuando este desajuste es muy grande se produce una psicopatología que necesita tratamiento.

Por:  AMALIA PANEA

Tomado de: http://gacetajoven.com/psy/como-eres-como-te-ven/

Las parejas realmente terminan pareciéndose entre sí

Un estudio británico confirma una ancestral creencia popular
 

Las personas que viven mucho tiempo juntas terminan pareciéndose físicamente una a la otra, según ha comprobado un estudio realizado por científicos británicos sobre el análisis de fotos de 160 parejas. Esto es debido por un lado a que la personalidad marca nuestras facciones faciales, por lo que el compartir experiencias y modos de ver la vida, acaba por definir nuestros rasgos de manera similar. Por otro lado, las similitudes entre los dos miembros de una pareja se desarrollan porque ambos parten de una base genética común, ya que elegimos a las personas según patrones similares a los nuestros con la finalidad de perpetuar nuestras características en la especie humana. Por Vanessa Marsh. 

ANTHONY LITTLE y DAVID PERRETT.
ANTHONY LITTLE y DAVID PERRETT.
Cuanto más tiempo vive una persona en pareja con otra persona, más crecen las similitudes físicas entre ellos, según un estudio realizado por científicos de la Universidad de Liverpool, en colaboración con las universidades de Durham y de St Andrews.

El estudio pretendía analizar las razones por las que los miembros de una pareja tienden a parecerse el uno al otro y concluye que el desarrollo de parecidos comunes entre los dos miembros de una pareja podría derivarse del hecho de compartir y sentir numerosas experiencias comunes.

Pero también existe una razón añadida: no elegimos nuestras parejas porque sean diferentes a nosotros -siguiendo una ley de equilibrio- sino que, por el contrario, nos atraen aquellas personas en las que vemos puntos en común, tanto en la personalidad como genéticamente (en este sentido, con la intención biológica de perpetuar nuestros propios genes).

Los investigadores, dirigidos por Tony Little, de la School of Biological Science de la Universidad de Liverpool, pidieron a los participantes -11 hombres y 11 mujeres- que opinaran acerca de la edad, el atractivo y la personalidad que podían tener los miembros de 160 parejas de casados. Para ello, se les mostraron una serie de fotografías en las que aparecían las esposas y los maridos por separado, de manera que los participantes no supieran quién estaba casado con quién.

Realmente se parecen

Los resultados demostraron que la creencia popular de que los miembros de las parejas, sobre todo de las que han vivido durante muchos años juntas, se parecen, resultó ser cierta: los participantes en el estudio señalaron más similitudes entre aquellas personas que más tiempo llevaban unidas.

Según explica Little en un comunicado de dicha universidad, esto es debido a que la personalidad marca nuestras facciones faciales, por lo que el compartir experiencias y modos de ver la vida acaba por definir nuestros rasgos de manera similar.

Por otro lado, también se demostró que las personas eligen parejas con una personalidad parecida a la suya, basándose en rasgos faciales que marcan las características de la personalidad.

Si, por ejemplo, una mujer tiene un rostro que señala que es una persona “sociable”, lo más probable es que su marido tenga unos rasgos que denoten la misma característica. Es decir que, cuando elegimos con quien nos emparejarnos, ya nos parecemos a nuestro futuro compañero o compañera.

Cercanía genética

Existe una razón biológica para que nos gusten las personas que se nos parecen: buscamos a los que son genéticamente similares. Estudios científicos han demostrado al respecto que las parejas genéticamente parecidas tienden a vivir felizmente unidos. Las similitudes de la personalidad y de las características físicas reflejan el parecido que pueda haber entre nuestros genes.

En la atracción sexual, en el caso de los animales, actúan decodificadores genéticos que producen el intercambio de información que hace que el macho se acerque a una hembra determinada.

Según los psicólogos genetistas, esta ley también funciona en los humanos, lo que produce que en nuestros cerebros se disparen las sustancias químicas que generan la atracción y el anhelo de unirse. Este deseo tiene un fin subyacente e imperativo: el de la conservación y perpetuación de la especie.

Rasgos determinantes

El estudio de Tony Little ha indicado, por otra parte, que las personas se fijan ineludiblemente en determinados rasgos para definir la personalidad de alguien, tal y como se desprende de la observación que hicieron los participantes de las fotos de las 160 parejas. Los ojos y la sonrisa son los caracteres que más información aportan de una persona a este respecto.

La forma de la cara también es determinante. Por ejemplo, la combinación de rasgos masculinos, una barbilla larga y cejas prominentes, suele hacer pensar que la persona es desagradable y poco colaboradora, ha declarado Little a la revista LiveScience.

Little tiene en marcha ahora un nuevo estudio on line sobre la personalidad y la edad de los participantes, y sobre cómo éstos condicionan y definen su propio atractivo. El análisis incluye tests de preferencias faciales, y examinará si las características físicas y de personalidad de los individuos influyen en su elecciones de unos u otros rostros. También se quiere averiguar si la percepción de la información que nos dan los rasgos faciales varía si los individuos que la reciben está emparejados o no. 
 
Tomado de: http://www.tendencias21.net/Las-parejas-realmente-terminan-pareciendose-entre-si_a880.html

¿Existe el amor a primera vista?

Un estudio de investigadores británicos de la Universidad de Bath dice que el amor verdadero en una pareja se demora doce meses - en promedio - en llegar, y nace de un equilibrio entre pasión, intimidad y entrega.

Pero una investigación anterior, de la Universidad de Ohio, en Estados Unidos, concluyó que las personas deciden en los primeros tres minutos de conversación si "esa persona" vale o no la pena.

¿Alguna vez miraste a una persona y sentiste como si te caminaran hormigas en el estómago? ¿La primera vez que viste a "esa" persona tus pulsaciones se fueron a las nubes y sentiste que el corazón se te subía hasta la garganta? ¿Sabes de alguien que conoció a su "media naranja" y supo en ese momento que se casaría con el(la)?

A eso le llaman "amor a primera vista", algo que siempre ha estado en medio del debate... ¿Existe de verdad o es puro cuento?. Aquellos que defienden la química instantánea siempre han creído que sí. En cambio, otros aseguran que hay que conocerse profundamente, que es imposible que con tan solo una mirada dos personas se lleguen a enamorar. 

Recientemente científicos británicos de la Universidad de Bath le dieron la razón a estos últimos. Según los estudios que realizaron, alcanzar "el verdadero amor" puede demorarse hasta doce meses. 

Los científicos estudiaron las relaciones amorosas establecidas a través de la página de contactos “Match.com”, durante seis meses. Según el informe, el amor verdadero y profundo sólo se registró en parejas que mantuvieron una relación de 12 meses, en promedio.

Además, en opinión de los expertos, el amor verdadero surge de una amalgama de tres componentes indispensables: pasión, intimidad y entrega.

En total fueron estudiadas 147 parejas, de las cuales el 61 % manifestó que disfrutaba de altos niveles de intimidad, pasión y entrega. En la mayoría de los casos, en ese grupo el período promedio de la relación amorosa se extendió a 12 meses.

El estudio concluyó también, que los hombres son más propensos a encontrar el verdadero amor que las mujeres.

Del total de consultados, el 67 % de los hombres y el 57 % de las mujeres afirmó que sí experimentó el amor verdadero. Por su parte, el 16 % de los entrevistados manifestó que disfruta de un “amor compañero”, que es caracterizado por altos niveles de intimidad y de entrega, pero sin demasiada pasión.

Entre las parejas que recién se conocieron, la mayoría manifestó que no disfruta del amor verdadero y aclaró que sus niveles de pasión, de entrega y de intimidad eran demasiado bajos como para que resultaran en un amor verdadero.

El médico que dirigió la investigación, Jeff Gavin, aseguró que el amor es un indicador importante del éxito, estabilidad y satisfacción de una pareja. "El amor es un concepto multifacético, pero fue estudiado en nuestra investigación como un conjunto de sentimientos de intimidad, pasión y entrega que se siente por la pareja. Hasta ahora, no se había estudiado al 'amor' de esta manera" (La Gaceta). 

Pero mucho ojo, los británicos no tienen la única - aunque sí la última - palabra sobre el tema. Dos años atrás, investigadores de la Universidad de Ohio, en EE.UU., llegaron a la conclusión exactamente contraria: el amor a primera vista ¡sí existe!. 

Una rápida decisión

En el año 2004 los investigadores de la Universidad de Ohio realizaron un estudio sociológico con 164 estudiantes, en el cual concluyeron que las personas deciden qué clase de relación desean tener con alguien a los pocos minutos de conocerla. 

De acuerdo a lo que explicaron los científicos, tras pasar un lapso de entre 3 y 10 minutos con quienes estaban conociendo, los estudiantes llenaron un cuestionario con sus impresiones. Luego de algunos meses, los que habían tenido impresiones favorables habían profundizado la relación.

Y es que, según el estudio de estos expertos - que se publicó en la revista británica Journal of Social and Personal Relationships, la persona no quiere perder nada de tiempo y aprovecha cada segundo desde el momento de conocerse.

Los expertos interrogaron a los voluntarios sobre sus características afines y acerca de cuánto de gratificante tenía "la primera impresión del encuentro". 

Luego del primer encuentro, que duraba tres, seis o diez minutos, los estudiantes completaban un cuestionario en el que se les pedía que predijeran cómo se iba a desarrollar la relación. Además, debían indicar qué tanto les había gustado la persona que habían conocido recientemente, y cuánto tenían en común.

Después de nueve semanas fueron consultados nuevamente para conocer qué tipo de relación siguieron con sus parejas. Los jóvenes que habían pronosticado una relación positiva se inclinaron a fortalecerla. 
 
Ellos mismos fueron, además, quienes tendieron a sentarse más cerca de su compañero (a) en clases y a hablar más con esa persona.

Esta vez (luego de las nueve semanas) los estudiantes volvieron a llenar cuestionarios, y esas respuestas coincidieron con las que dieron nueve semanas antes. 
 
Y mucho ojo, que los resultados fueron los mismos para las personas que hablaron tres, seis o diez minutos.

El co - autor del informe, Artemio Ramírez, manifestó que eso había sido como una profecía autocumplida. Se hace una predicción de la clase de relación que uno podría tener con una persona y eso ayuda a determinar cuánto esfuerzo estamos dispuestos a poner en esa relación que se está desarrollando. 

Y es que si yo pienso que puedo hacerme amigo de alguien, entonces me voy a comunicar más, le contaré más acerca de mí y haré cosas que aseguren que la amistad se continúe desarrollando.

Por el contrario, si tengo una predicción negativa acerca del futuro de una relación, voy a restringuir la comunicación y haré más difícil que ésta se desarrolle. En ese caso, no existirá el "amor a primera vista"... así de simple. 

¿Qué pasará entonces cuando sientas esos cosquilleos? Hay dos posibilidades: ya no le podrás echar marcha atrás si es que la semilla del amor se instala en los primeros minutos, o tendrás que esperar un año - como mínimo - para saber con certeza si es "el hombre" o "la mujer" de tu vida.


Algunas frases sobre el amor 

- "Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única" (Jorge Luis Borges)

- "El camino no es largo cuando amas a quien vas a visitar" (anónimo)

- "El amor y la tos no pueden ocultarse" (proverbio italiano)

- "Quien puede decir cuanto ama, pequeño amor siente" (Francesco Petrarca)

- "La medida del amor es amar sin medida" (San Agustín)

- "Todo lo que sabemos del amor es que el amor es todo lo que hay" (Emily Dickenson)

- "El más poderoso hechizo para ser amado es amar" (Baltazar Gracián)

- "Cuando el amor es feliz lleva al alma a la dulzura y a la bondad" (Victor Hugo)

- "El amor es la poesía de los sentidos" (Honoré de Balzac)

Tomado de: http://www.entelchile.net/familia/ciencia/amor_primera_vista/primera3.htm

¿Por qué aciertan los horóscopos?

Las opiniones que hay respecto a los horóscopos son bastantes controvertidas, hay quien piensa que es absurdo creer en que el futuro está escrito, quien no cree pero tampoco deja de creer y quien está convencido que las predicciones, ya sean pasadas o futuras, se ajustan totalmente a su persona.
  • Pero, ¿qué variables son las que influyen en el mantenimiento de estas creencias?
A nivel general, podríamos destacar las siguientes:

- La inercia para mantener las creencias. Las ideas tienen una inercia a mantenerse que no presentan otros fenómenos psicológicos como, por ejemplo, los estados de ánimo que son mucho más variables. Este hecho se da en todas las personas que no cambiamos con facilidad nuestros pensamientos una vez que éstos han alcanzado una forma coherente y tienen sentido para nosotros.

Además, las personas que creen en los horóscopos y predicciones de futuro no abandonan sus creencias por otras más ajustadas, ya que para ellas, las primeras explican mejor sus experiencias y se ajustan más a sus expectativas.

- La influencia en nuestra conducta y la profecía autocumplida. Las expectativas que nos crean las predicciones nos llevarán a actuar de tal forma que la predicción se vuelva realidad. Es decir, una predicción que en un principio es falsa, provocará en nosotros un comportamiento que hará que ésta se vuelva verdadera.

Por ejemplo, si una adivina nos lee la mano y nos dice que vamos a encontrar trabajo fuera de nuestra ciudad, automáticamente dejamos de buscar cerca de nuestro entorno y dedicamos todas nuestras energías a buscar trabajo en otra ciudad.

- Sesgos en las atribuciones. Si en el caso del ejemplo anterior, finalmente acabamos encontrando trabajo lejos de casa, seguramente pensemos que increíblemente la adivina acertó. Esto nos reforzará el hecho de seguir creyendo, sin tener en cuenta en ningún caso el esfuerzo invertido en dicho logro.

Tanto los horóscopos como otras formas de adivinación están basadas en el Efecto Barnum, según el cual, las descripciones realizadas acerca de nuestra personalidad y que se hacen de manera muy vaga y difusa llegan a ser compartidas por la mayoría de nosotros y se aceptan como propias. Por este motivo le damos cada vez más validez ya que parecen acertar en todo lo que nos dicen.

Pongamos un ejemplo:
  • Usted tiene una necesidad fuerte de agradar a otras personas y de que lo admiren. Una tendencia a ser crítico consigo mismo. Tiene una gran capacidad sin uso a la cual no le ha sacado el máximo partido. Aunque tiene algunos defectos de personalidad, en general es capaz de compensarlos. Disciplinado y controlado en el exterior, tiende a ser aprensivo e inseguro en el interior. A veces tiene dudas respecto a si tomó la decisión adecuada o hizo lo correcto. Prefiere una cierta cantidad de cambio y variedad, y queda insatisfecho cuando se ve rodeado de limitaciones y restricciones. Es un pensador independiente y no acepta las opiniones de otros sin pruebas satisfactorias. Algunas de sus aspiraciones tienden a ser bastante irreales. Ha encontrado que es poco aconsejable ser demasiado franco al rebelarse a los demás. A veces es extrovertido, afable y sociable, mientras en otras ocasiones es introvertido, precavido y reservado. 
¿Qué tal? ¿ Pensáis que os define? Esta fue la descripción que el psicólogo Bertrán Forer dio a sus alumnos, les dijo que después de todo el curso quería saber si había llegado a conocerlos bien y que por ello les haría una valoración personal e individual a cada uno. Les entregó a cada uno esta descripción cambiando únicamente el nombre. La respuesta de sus alumnos fue unánime, todos coincidieron en que había acertado.

Además de la generalidad y la ambigüedad, las claves para que este efecto funcione son:
- Que el sujeto crea que se le aplica sólo a él,

- que el sujeto crea en la autoridad y el poder del evaluador,

-  que el análisis enumere mayormente atributos positivos.

Los horóscopos y adivinos tienen la capacidad de provocar en muchas personas la sensación (pues es sólo eso, una sensación) de que alguien ha captado de manera casi perfecta datos de su personalidad o de su vida, a partir de afirmaciones muy generales y ambiguas, a los que la persona le otorga un grado de precisión muy alto. Pero, somos nosotros quienes nos ajustamos a dicha información para que ésta cobre sentido.
Si hay algo que todo esto nos demuestra es el increíble poder que tiene nuestra mente, y el hecho de creer que algo puede llegar a suceder nos ayuda a conseguirlo.

A veces, lo único que nos separa de nuestros sueños es sólo un pensamiento. Porque, ¿qué acciones tomarías si estuvieras seguro que no vas a fracasar?

 Tomado de: http://uncafeconmacarena.wordpress.com/2013/05/17/por-que-aciertan-los-horoscopos/

Tu verano será peor gracias a Instagram

Si creíamos que Facebook era el gran productor universal de envidia y mala sangre, Instagram ha llegado para ponernos a prueba. A estas alturas del verano su Instagram estará lleno de pedicuras naranjas, suchis, atardeceres y playas de ensueño. Lo sentimos. La vida dura y solo estamos a 1 de Agosto. 
La revista Slate ha alertado del peligro de Instagram para nuestra salud mental en este artículo que recomiendo encarecidamente, y que sugiere que Instagram, la plataforma de las fotos ideales, es incluso más depresiva que Facebook
Facebook te puede hacer creer que la vida de los otros es más interesante que la tuya y que, por contraste, eres un aburrido. Verse a uno mismo como un a un ser gris es complicado en cualquier estación del año, en verano es causa de tratamiento psiquiátrico.

La psicoterapeuta Mariela Michelena en su libro Me cuesta tanto olvidarte apunta que Facebook es el escaparate de la exclusión donde te enteras de todas las fiestas maravillosas a las que no has sido invitado y te hundes en la miseria a no ser que tengas una autoestima a prueba de bomba. 
"Ojos que no ven Facebook que te lo cuenta", dice Michelena en su libro para explicar que mientras más tiempo dediquemos a mirar las fotos de otros, más riesgo tenemos de desarrollar cierto sentimiento de envidia (nada sana). 
Otros dos estudios sostienen la misma teoría. Uno de ellos de nombre totalmente explícito:"They are happier and having better lives than I am: The impact of using Facebook on Perceptions of other's life (Ellos son más felices y tienen una vida mejor que la mía:  El impacto de usar Facebook en la percepción de la vida de los otros) demostró que los que usaban Facebook con frecuencia (no necesariamente coinciden con los usuarios más activos, ya hemos dicho en este blog que hay mucho mirón) estaban convencidos de que "la vida era injusta" y que la vida de los otros era mejor que la suya.
Según el estudio, "la gente tiende a atribuir a los contenidos positivos publicados por otros la categoría de estado permanente cuando la mayoría de las veces se trata de situaciones circunstanciales". En otras palabras, la gente no está siempre en calas paradisíacas ni en restaurantes japoneses como tú no estás siempre apalancado en el sofá. (Esperemos)

Pues la teoría de la redactora de Slate es que con Instagram todo será a peor y lo explica con varias razones que intento resumir aquí con el deseo de que vayáis a la fuente original en cuanto tengáis tiempo, y de paso echéis un vistazo a este otro artículo llamado La envidia en Facebook (Envy on Facebook). 
  • Instagram concentra lo peor de Facebook 
(en términos de crear agravios comparativos entre los usuarios)
Las tres conductas de riesgo que nos hacen sentir miserables en Facebook se potencian en Instagram. Es decir, peregrinar de un perfil a otro mirando fotos ajenas (en Instagram lo puedes hacer con mucho menos esfuerzo); tener como audiencia a un grupo amorfo de personas y muchos desconocidos (eso te ayuda a imaginar vidas ideales. No hay nada como conocer a la gente para bajarla del altar); y difusión de Likes de modo alocado y superficial. 
  • Instagram es exclusivamente visual. Es un espejo para verse uno mismo a través de las maravillosas fotos (filtradas, no lo olvidemos) de los demás. 
Una foto siempre es más explícita que un estado de Facebook. Y los filtros ayudan a idealizar la imagen. La gente no sube cualquier foto a Instagram, solo imágenes bonitas, originales, molonas, incluso algunos usuarios tienen un pretendido sentido artístico en su selección. Llevan un comisario de arte dentro cuando "curan" su foto del día porque quieren enseñar lo mejor que tienen. Tú haces lo mismo pero quizás alguna vez te dé por pensar que el resto de la humanidad vive permanentemente en un atardecer de Bali. Nada es feo en Instagram, son imágenes idealizadas de uno mismo. "Una foto es muy poderosa, crea una comparación social inmediata y produce sentimientos de inferioridad", dice a Slate Magazine Hanna Krasnova autora del estudio They are happier and having better lives than I am: The impact of using Facebook on Perceptions of other's life. Según Krasnova, entramos en "la espiral de envidia típica de las redes sociales. El autobombo trae más autobombo".

  • En Instagram es más fácil perder la noción del tiempo y la realidad
Todos dedicamos más tiempo a las fotos de Instagram que a las de otras redes sociales. Si somos perfeccionistas estamos perdidos. Rebuscamos hasta encontrar la foto perfecta, luego retocamos, recortamos, elegimos el filtro, cambiamos de idea y buscamos otro filtro. Es nuestra obra de arte del día. Todo el mundo lo hace pero, según los expertos, una vez que tenemos colgada nuestra pieza maestra y nos dedicamos a mirar las de otros (que han invertido la misma cantidad de tiempo y han falseado la realidad tanto como nosotros) la interpretamos literalmente y olvidamos que su vida también está mejorado por los filtros de Instagram

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